martes, 21 de julio de 2015

VERSOS EN LOS ÁRBOLES

La semana pasada colgaban (¿seguirán ahí?), de los árboles del barrio del Arrabal de Zaragoza, algunos versos de poetas contemporáneos que los chicos y chicas del Centro de Tiempo Libre Telaraña seleccionaron, trabajaron y decidieron compartir con los viandantes.

Entre ellos, estaba este haiku de Aguanieve, que a un servidor tanta ilusión le ha hecho toparse suspendido de un plátano de sombra:



Pero también se pueden encontrar, entre lo que uno ha visto, breves poemas (parece que priman los poemas con muy pocos versos, para lo cual los haikus han debido resultar la forma más adecuada) de otros poetas que uno admira y se alegra de saber leídos, como Rodrigo Olay, con un haiku de La víspera, su última obra publicada en Siltolá, otro haiku de Emilio Gavilanes, de alguno de sus preciosos libros editados en la colección La Veleta, o ese ya clásico y gigante primer poema del primer libro (Un tiempo libre) de un maestro personal, Juan Marqués:






Estupenda iniciativa y, por lo que uno ha podido ver, estupenda selección (no porque se forme parte de ella, claro) de breves poemas que se mecen de las ramas como hojas o que se cuelgan los troncos como amuleto, con su simplicidad, su capacidad de evocación o su precisión, que asaltan al peatón y le invitan a detenerse unos segundos y, ojalá, lo acompañan algún rato más en su trayecto.


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