jueves, 31 de enero de 2013

POETA PERDIDO

Como ya está anunciado oficialmente dentro de su programación, ya lo puedo contar.

El sábado 16 de febrero un ilusionado servidor va a participar en su primera sesión del ciclo Poesía para Perdidos, que se organiza, a través de la Asociación Aragonesa de Escritores, una vez al mes en uno de esos lugares sin los que Zaragoza sería menos: La Campana de los Perdidos

Acompañaré a Víctor Guiu, Sergio Gómez y Víctor Susín, y nos acompañará a los cuatro, con su música, Pablo Sciuto, cantautor uruguayo.

Habrá recordatorio oportuno cuando la fecha sea inmediata. Ésta es la entrada del blog de La Campana en la que se anuncia el evento y se postea algo de la poesía de cada uno de los participantes:


Será un placer participar y verles allí. Esta es una de las iniciativas culturales de más solera en nuestra ciudad; desde hace años, por aquí han pasado todos, los grandes y los que crecían, incluso los que no les gusta recitar. Será a partir de las 22:00. Y será un honor.



domingo, 27 de enero de 2013

SEMANA DEDICADA EN "CREPUSCULARIO SIGLO 21"

Fernando Sarría, uno de nuestros poetas más activos, más productivos y torrenciales, que además anda detrás de una editorial, de la Poesía para perdidos que se encuentran en la Campana, y de no sé cuántas cosas más, tiene la gentileza de dedicarme, en su blog Crepusculario Siglo 21, una de sus semanas temáticas, que dedica cada siete días a un poeta, colgando siete poemas del autor, uno cada jornada:


Mil gracias, Fernando! Nos vemos en Calafell...


sábado, 5 de enero de 2013

PETICIONES DE LOS LECTORES (IX)


EL CÍCLOPE

Soporto encerrado las tardes de los domingos.
Si el sol los bendice, los monstruos toman las calles,
se visten de gala y se mezclan con los normales.

Salen las niñas fofas, las mujeres barbudas,
las adolescentes con vencejos en el pecho.
Los padres que utilizan la chepa de sus hijos
para cargar la panza a prueba de escorpiones.
Se cogen de la mano los mancos y las rengas,
leprosos que acarrean sus pies de pelícano,
viejitas que pasean la mirada en los dientes:
centauros con legañas, luciérnagas con uñas.
Como si vinieran de otro mundo para morir
solos en los árboles, colgar de los aleros,
enseñaros que la semana pudo ser atroz.

Pues bien sé que nadie nace libre de defectos
no aborrezco su existencia sino su desfile,
su celebración bebiendo de vuestra alegría.
No me encontraréis junto a ellos. Me basta un ojo
para comprender su horror detrás de mi ventana.


(PINTAR DE AZUL LOS DÍAS LABORABLES, pág. 80)