Con un poco de retraso (las acabo de descubrir en la cámara), adjunto aquí una foto de un servidor leyendo un poema de El mar en el buzón, en el recital conjunto de fin de curso de la editorial Vitruvio en el que tuve el gusto de participar a principios de julio, ya consignado en una entrada previa. El recital fue en el Café Comercial, uno de los pocos cafés con regusto literario que quedan en la capital; es más, quizá este sea la capital de los cafés literarios a día de hoy en Madrid.
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