En las últimas fechas me ha causado sorpresa y me ha hecho ilusión verme en estos dos blogs, constatar que la gente se hace con mis libros, los lee, los defiende, le gustan...
Que mis poemas siguen navegando, llegando a orillas donde alguien los recoge; alguien a quien alguien le ha dicho que merecen la pena, que pruebe a probarlos.
Y me gusta pensar que esos poemas, hace año y medio, no habían salido de casa, no conocían otros ojos que los míos, otro papel que los folios sueltos, mis tachones y mis huellas dactilares, y no se creían merecedores de mayores atenciones que las de su progenitor.
Ahora ya os conocen.
Que mis poemas siguen navegando, llegando a orillas donde alguien los recoge; alguien a quien alguien le ha dicho que merecen la pena, que pruebe a probarlos.
Y me gusta pensar que esos poemas, hace año y medio, no habían salido de casa, no conocían otros ojos que los míos, otro papel que los folios sueltos, mis tachones y mis huellas dactilares, y no se creían merecedores de mayores atenciones que las de su progenitor.
Ahora ya os conocen.
Un poco de poesía de Suecia (Nils Ferlin)
ResponderEliminarA las estrellas no les importa
No es posible contarles
leyendas y cosas así...
Dicen que caen estrellas
cada vez que alguien muere.
En el frío de las noches, escuchando
la música helada del viento,
oía los perros aullando
como aúllan por alguien que ha muerto.
A las viudas oía gritando
y a los niños sollozando por pan.
A las estrellas no les importa
si las personas vienen o se van.
Muchas gracias por su aportación, Don Gerardo!
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